Existen cultos religiosos como los de la Santa Muerte, Jesus Malverde, San Judas Tadeo y la Santería que se relacionan con algunas organizaciones delictivas, aun cuando de manera general existen personas que niegan esta relación.
Los cultos a la Santa Muerte y a Jesús Malverde incluso son rechazados por la iglesia católica, sin embargo existe un santo aceptado por la iglesia que también es venerado por personas que se dedican a algún tipo actividades ilícitas, es el conocido como el patrón de las causas difíciles, imposibles y desesperadas, San Judas Tadeo, aunque también es el santo de los desempleados, pues muchos de estos acuden a él pidiéndole el favor de ayudarle a encontrar trabajo.
En cuando a Jesus Malverde, este personaje, conocido popularmente como "el santo de los narcos", inicio como un Robin Hood Mexicano, un salteador de caminos que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, sin embargo con el tiempo algunos narcotraficantes lo comenzaron a venerar, gracias a supuestos milagros y favores que habían recibido de él. Actualmente se dice que en días comunes y corrientes se pueden escuchar grupos musicales cantando famosos narco-corridos en su capilla, y esto es debido a que algún capo de la droga a logrado pasar exitosamente un cargamento a su destino final.
El riesgo de sus actividades lleva a los capos de la droga a elevar plegarias de protección y éxito a Jesús Malverde, Santo Patrono de los Narcotraficantes.
La Santa Muerte, la cual es nombrada por sus seguidores con frases afectivas como la niña blanca, la flaquita, la santísima, es otra figura de culto muy arraigada entre las personas que se dedica a delinquir.
A la Santa Muerte la veneran sobre todo las personas que viven en situaciones de alto riesgo, son éstas quienes suelen portar un dije o un escapulario ostensible con esta imagen, o un tatuaje en la piel. La suelen llevar los narcotraficantes, los delincuentes y las mujeres que trabajan de noche, también la pueden llevar los militares y agentes policiacos, aunque como todas las reglas, existen excepciones.
La Santa Muerte es un símbolo que podría identificar a personas que viven entre lo legal y lo ilegal, y esto puede ocurrir también en estratos altos de la sociedad.
Del testimonio de una persona devota de la santa muerte sobre de su asistencia a una misa dedicada a la Santa Muerte, llama la atención lo siguiente:
“Es casi medianoche del último día de octubre y el Santuario Nacional de la Santa Muerte destaca luminoso para proteger a sus feligreses de los peligros de este barrio ubicado en el centro de la ciudad…Alrededor de doscientas personas esperan la misa, para luego salir en procesión en las calles aledañas. En el interior del santuario, en el pasillo que conduce a los oratorios, hay fotografías espectrales de la Santa Muerte…La mayoría de los asistentes son menores de cuarenta años y hay por lo menos una veintena de niños. Entre los jóvenes el atuendo es semejante: Corte de cabello estilo militar o punk, cadenas al cuello y aretes…“Benditos sean los perseguidos de la justicia, porque de ellos será el reino de los cielos”, recemos por “los que han muerto por homicidio, por suicidio y por accidente”, pide el ministro… Aunque algunos piden favores para delinquir, a la Santa Muerte se le pide lo mismo que a la Virgen de Guadalupe, “es un ángel”, el padre reza por los que están en el reclusorio,… Pasada la medianoche, el ministro pide silencio, disminuye notablemente el volumen de voz y reza en latín. Al terminar, continúa con las mismas oraciones que se realizan en cualquier templo católico: Avemaría, Padrenuestro, etcétera”. Posteriormente afirma esta persona “Quiero agregar algo mas..la Imagen de la Santa Muerte, si alguien te la regala o tú la robas, eso es así para casi todos los Santos; es más efectivo”
En México, la devoción a San Judas Tadeo está extendida en la capital, principalmente en las capas más pobres. El templo de San Hipólito, patrono de la ciudad desde la época novohispana, fue cambiado en advocación a San Judas Tadeo, a donde acuden sus fieles a venerarle los días 28 de cada mes, sobre todo el 28 de octubre, día en que se celebran fiestas patronales en su honor. Es costumbre ir al templo y obsequiar ofrendas como flores, imágenes del santo y escapularios a los demás devotos que abarrotan el templo enclavado en la esquina de Avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, a un costado de la Alameda central de la Ciudad de México.
En fechas cercanas al 28 de octubre se realizan concurridas peregrinaciones al templo de San Hipólito, para acudir a la primeras misas, algunas de estas peregrinaciones son formadas por personas que trabajan de noche, como el personal de los bares nocturnos de la ciudad, entre ellos los meseros, los promotores o “guías” de los bares, los “cadeneros”, el personal de seguridad, los cantineros y las bases se taxis de los bares, sin faltar las bailarinas exóticas o ficheras. Acuden al Santo para a agradecer los favores recibidos y solicitar prosperidad y trabajo para el próximo año.
En los últimos años se ha generado descontento en buena parte de la población ya que algunas personas dedicadas a actividades ilícitas, como el narcotráfico y el robo, sobre todo el asalto a mano armada, han adoptado a San Judas Tadeo como su santo y aprovechan incluso las fiestas rituales en su propia parroquia para cometer sus actos delictivos.
Además de usar sus "cuernos de chivo" como protección contra los de cárteles rivales y agentes antidrogas, los narcotraficantes mexicanos y capos de la droga también recurren a los secretos de la santería para tratar de evadir la acción de la justicia, hacer prósperos negocios y eliminar a sus rivales.
El riesgo constante en que viven los narcotraficantes los ha llevado a buscar todo tipo de protectores, en lo físico y material, recurren al armamento de alto poder, a chalecos antibalas y a camionetas blindadas, en lo legal y social recurren a los sobornos y en lo espiritual acuden a brujos y santeros quienes les realizan limpias y rituales de acuerdo a los deseos y aspiraciones de sus “poderosos” clientes.
Los santeros recurren a las diferentes entidades, deidades, “orichas” o santos dependiendo de las peticiones del narcotraficante al que “asesoran”, en entrevista ente un periodista una de estas santeras explicó:
Flechitas que representan a ochosi
Ochosi, "es muy efectivo para evadir la acción de la justicia; los narcos mexicanos le rinden honores y rituales para que los ayude a escapar de las manos de la ley; Es un santo muy poderoso, a él se acercan todos aquellos que delinquen y que temen ser atrapados por la justicia; los capos de la droga lo veneran".
Eleguá, "el que abre o cierra caminos".
“Este espíritu es utilizado por los narcos precisamente para que las rutas por donde meten y sacan la droga queden libres de riesgos y lleguen a su destino; .Además los protege contra los cárteles enemigos, es decir, "cierra los caminos" a posibles venganzas y ejecuciones entre bandas contrarias”.
Oggun, "el dueño y señor de los metales.
"Los narcotraficantes lo honran para que sus negocios crezcan, para que se les multiplique el dinero y, sobre todo, para mantener su patrimonio a salvo. Algunos le rezan con la esperanza de que no se pierdan sus bienes en caso de que algún día sean capturados",
Muchas personas que han acudido a ritos y limpias de santería se les puede pueden identificar porque traen uno o más collares de colores.
collar Ochosi
Collar Oggub
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