jueves, 6 de agosto de 2009

RATIFICACIÓN DE DICTAMEN Y LA JUNTA DE PERITOS

La Junta de Peritos.

En algunos juicios podrán existir dos dictámenes de la misma materia, es decir el dictamen del perito oficial y el dictamen del perito de defensa,  en este caso dos dictámenes psicológicos emitidos uno por un psicólogo de defensa y otro por el psicólogo oficial, generalmente un dictamen es ofrecido como prueba por el abogado de defensa y el otro ha sido solicitado por el agente del ministerio público. Cuando esto sucede generalmente existirán algunas diferencias entre ambos informes y para aclarar dichas diferencias el Juez mandará llamar a a los psicólogos para que en la Junta de Peritos, ambos expongan los motivos de tales diferencias, entonces los dos tendrán su oportunidad para explicar la metodología usada para llegar a sus conclusiones y expondrán sus razonamientos para llegar a las mismas, ambos peritos se podrán hacer preguntas y en algunas ocasiones se verá el caso en que un perito tratara de demostrar que él tiene la razón y el otro perito está equivocado en sus conclusiones. Los abogados de defensa y ministerio público también podrán hacer preguntas a cualquiera de los peritos.

Finalmente, se manifestaran los puntos de acuerdo y desacuerdo y el juez podrá tomar la decisión de solicitar un perito tercero en discordia para tener mayor objetividad en el asunto estudiado.

El perito tercero en discordia.

Algunas veces, ante las diferencia técnicas, metodológicas, teóricas o de cualquier índole que pueda existir entre los dictámenes, el juez necesitará la intervención de un tercer perito, el perito "tercero en discordia", para dar su opinión profesional, para ayudarle a esclarecer el  caso analizado.

Algunas veces el juez le solicitara al psicólogo forense cual de los dos peritos esta en lo correcto y cuál de los dos está equivocado, incluso se puede llegar el caso en que se solicite al perito que analice ambos dictámenes y diga cual contiene las conclusiones más acertadas.

El psicólogo forense al intervenir como tercero en discordia, deberá en todo caso, hacer su propia evaluación psicológica  y emitir sus propias conclusiones. Se leen y analizan los dictámenes previos, pero se debe evitar caer en prejuicios motivados por alguno de dichos informes. Se debe ser objetivo e imparcial al evaluar. Se debe analizar el caso a mayor profundidad,

Es frecuente que el dictamen no contenga ninguna referencia o dato de los dictámenes previos, ni se diga cuál de los dos está en lo correcto o cual de los dos se equivocó.

Al realizar la propia evaluación y al emitir un conclusión propia generalmente estará apoyando las conclusiones de uno de los dos dictámenes previos, sin necesidad de decir que uno de equivoco u otro está en lo correcto.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Psicología Forense y los test psicológicos



Es casi imposible separar la Psicología de las pruebas o test psicológicos, lo mismo ocurre en la Psicología Forense, al realizar una evaluación psicológica el perito debe tener amplios conocimientos de psicometría y tests psicológicos. Al momento de planear las estrategias a seguir durante las sesiones se debe ya tener claro y preparado cuales son las pruebas que se aplicaran y sobre todo cual es su finalidad.
Sin embargo, se debe tener muy presente que las pruebas son solo un elemento más en la evaluación a realizar, no el objetivo principal. Querer fundamentar las conclusiones de un  dictamen en los resultados de determinada prueba o test psicológico es un error, pues el psicólogo debe unir todos los elementos obtenidos durante la entrevista, la observación, las reacciones emocionales y conductuales y los datos encontrados en el expediente, todo eso se debe analizar en conjunto para poder tener los elementos necesarios al momento de emitir una conclusión.
Ahora bien, las pruebas o tests psicológicos se deben seleccionar de acuerdo a las características del individuo a evaluar, su edad, su escolaridad, sexo, condición sociocultural, etcétera.
Definitivamente no se puede hacer una evaluación psicológica como si se siguiera una receta de cocina. Es un error metodológico querer aplicar siempre la misma batería de pruebas a todos los sujetos a evaluar.
Cada prueba va a tener siempre un constructo teórico, en el cual basa su medición, y por lo tanto se deben tener las bases para poder aplicar determinado test.
Al momento de determinar la batería psicológica que se va aplicar se debe tener presente qué se pretende analizar, como mínimo se aplicará un test de inteligencia, otro de personalidad, uno más para determinar el desarrollo neurológico. Y en el caso de la Psicología Forense algún inventario o cuestionario de psicopatología, el cual será de enorme apoyo para sustentar las conclusiones a emitir.
Existe mucha bibliografía sobre test psicológicos, sus nombres y lo que miden y ahondar en eso ocuparía realizar un blog exclusivo para test psicológicos. Solo basta mencionar a modo de orientación cuales son algunos de los más aplicados:
Para medir capacidad intelectual: Raven, Beta, WAIS, WISC, Terman.
Para detectar posibles disfunciones neurológicas se puede aplicar el test de Bender.
Para analizar rasgos de personalidad se tienen las proyectivas las pruebas de lápiz y papel como Machover, H.T.P, Familia, Bajo la lluvia, las proyectivas verbales de percepción TAT, o tras como las de frases incompletas, Desiderativa y Autobiografía.
Se pueden aplicar también inventarios como el MMPI-2 o el 16FP y además existe una cantidad considerable de cuestionarios que miden trastornos psicopatológicos.
Finalmente se hace la aclaración que los mencionados anteriormente son solo como ejemplo, que pueden o no aplicarse y se puede aplicar algunos otros que no se hayan mencionado. Aquí lo importante es que se conozca muy bien el constructo teórico que hay detrás de la prueba y que se maneje con total profesionalismo los resultados obtenidos de la misma.