jueves, 10 de septiembre de 2009

La utilización del MMPI 2 en ambiente forense.

El Inventario Multifásico de la Personalidad Minnesota-2 es una de las mejores herramientas con las que puede contar el Psicólogo Forense, es uno de los instrumentos más usados a nivel mundial en la psicología forense. Sin embargo como toda prueba se debe tener muy en cuenta sus alcances y limitaciones y usarlo con la mayor cautela.

En su libro MMPI-2 "Guía para principiantes", James N. Butches hace la aclaración al respecto: "El MMMPI-2 resultará muy importante para evaluar a pacientes en valoraciones relacionadas con un tribunal de justicia. La mayoría de las personas que realizan la prueba en esta situación tienen una motivación a presentarse de maneras particulares. Por ejemplo, en casos donde podrían obtenerse recompensas económicas al demostrar "angustia psicológica grave", el paciente podría estar motivado para confirmar un rango extremo o un número excesivo de síntomas o problemas. O en situaciones donde es importante parecer psicológicamente sano, como en el caso de disputas por obtener la custodia de los hijos, la persona puede dar una apariencia falsa, favorable de sí misma o de su adaptación. Los indicadores de validez de la prueba proporcionan información muy útil, acerca de las motivaciones de la persona en la valoración".

Por otra parte al momento de decidir aplicar la prueba se debe tener muy presente cual es el objetivo de la aplicación de la misma. Púes la prueba no se puede aplicar como receta de cocina a todas las personas ni en todos los casos. Debemos tener siempre presente que el MMPI-2 no se ha diseñado para todas las conductas o características que son de interés de los psicólogos. Con esta prueba no se pueden detectar cualidades o estados de inteligencia, la existencia de trastorno cerebral orgánico o la probabilidad de cometer un comportamiento violento.

Antes de aplicar la prueba, si nunca se ha aplicado, deberemos antes leer muy bien el manual, y si ya se ha utilizado debemos estar consultando constantemente el manual y la bibliografía existente.

El MMPI-2 se deberá aplicar siempre en un sitio cómodo y privado, lejos de distracciones, siempre en un ambiente controlado, no se deberá dar nunca al cuadernillo al evaluado para que se lo lleve a su casa o permitirle que se lo lleve a un ambiente demasiado ruidoso o concurrido como una sala de espera y mucho menos se le debe permitir que esté junto con otra persona a la que le pueda pedir su opinión respecto de como contestaría ella alguna de las preguntas.

Se debe estar completamente seguro de que la persona cuenta con la capacidad de lectura necesaria para comprender el contenido de los reactivos, como mínimo se considera un nivel escolar de secundaria. En caso contrario y de considerar que es indispensable aplicar la prueba el psicólogo podrá leer todos y cada uno de los reactivos, sin embargo se deberá uno asegurar de que entiende perfectamente los planteamientos. Pero esto puede ser demasiado tardado y se deberá hacer en un ambiente privado, pues de lo contrario podrá sentir que su intimidad es invadida si siente que alguien más puede estar escuchando sus respuestas, lo cual afectará de manera directa las escalas de validez y puede incluso invalidarse la prueba.

martes, 8 de septiembre de 2009

La histerectomía y la psicologia

La histerectomía es una operación quirúrgica consistente en la extirpación del la matriz. Según lo referido en literatura especializada, las mujeres que son sometidas a este tipo de operaciones tienen repercusiones de tipo psicológico.

Para la mujer el valor simbólico del útero y el papel fisiológico que juega este órgano en la sexualidad femenina es de gran importancia. La pérdida del útero a menudo despierta sentimientos ambivalentes conscientes o inconscientes vinculados con su valor simbólico. Por ejemplo, se han encontrado que la preocupación por la pérdida de los órganos reproductivos es mayor que la relacionada con la pérdida de otros órganos intra-abdominales. La pérdida de los órganos reproductivos puede desorganizar el yo, afectando subsecuentemente las actitudes hacia la integridad corporal, la atracción sexual, y el concepto sobre la propia feminidad como una reacción a la pérdida de la capacidad de tener niños.

Estas mujeres pueden llegar a manifestar síntomas emocionales como ansiedad, intranquilidad, insomnio, preocupaciones y pensamientos depresivos. La depresión es aparentemente precipitada por un evento traumático (la histerectomía), visto por la mujer como una amenaza a su autoestima, a su autoimagen y a su rol social preoperatorio.

Las mujeres sometidas a este tipo de intervenciones médicas presentan fantasías relacionadas con varios aspectos, entre las fantasías más frecuentemente, estan: de mal desempeño sexual en el futuro: "no seré útil para los hombres”; de desvalorización: "una ya no es más mujer"; de vacío corporal: "me van a destripar la matriz, me subirá la tensión porque no tendré regla”.

Este tipo de operaciones puede crear en la mujer una serie de pensamientos e ideas que le generaran conflictos emocionales de consideración, como lo expone el siguiente testimonio.

“me siento una persona incompleta después de que me quitaron la matriz y los ovarios, siento que ya no le soy útil sexualmente a mi esposo y creo que debido a eso mi esposo puede pecar, pienso que debido a eso puede pecar con otra persona por su necesidad, he soñado que dice que me va a dejar, por eso de que ya no tenemos vida íntima, desde la operación ya casi no tenemos vida íntima”.

Los elementos anteriormente descritos se pueden relacionar directamente con síntomas de ansiedad y tristeza.

Por otra parte, Álvarez y Cruz, citan a autores como Roeske (1978), y Malcolm Malcolm (1993) quienes señalan los siguientes factores relacionados con un mal pronóstico para la salud mental después de una histerectomía.

• Identidad de sexo (las hiperfemeninas tienen un peor manejo),
• reacciones adversas previas al estrés,
• episodios depresivos previos,
• depresión u otra enfermedad mental en la familia de origen,
• antecedente de síntomas físicos múltiples (sobre todo lumbar),
• muchas hospitalizaciones y cirugías,
• edad inferior a los 35 años en el momento de la histerectomía,
• deseo de un hijo o más,
• anticipación de que la cirugía producirá una pérdida de interés y satisfacción en el coito,
• actitud negativa del esposo u otra persona importante hacia la histerectomía,
• insatisfacción e inestabilidad maritales,
• actitudes culturales y religiosas desaprobatorias,
• falta de compromiso vocacional o recreativo.