martes, 9 de noviembre de 2010

Consecuencias psicologicas de las desapariciones forzadas por la delincuencia organizada o "levanton".


Alejandro “N” (por razones obvias se cambió el nombre real) es una de las víctimas de la desaparición forzada de su madre, quien fue sustraída de manera violenta durante una madrugada, por un grupo armado, de la delincuencia organizada, en un hecho comúnmente conocido como “levantón”. Existe literatura referente a las consecuencias psicológicas que se generan en los familiares de personas que han sido objeto de desapariciones forzadas. 
Cuando una familia pierde un miembro, ya sea por muerte natural, enfermedad, accidente vial, muerte violenta, etc. los familiares entran en un proceso natural de duelo, en el cual el doliente pasa por una serie de etapas entre las que pueden estar el estado de shock, la negación, la ira o el enojo, el pacto, la depresión y finalmente la aceptación, este proceso lleva a los familiares a superar y asimilar finalmente la pérdida del ser amado.  
Sin embargo en el fenómeno de desaparición forzada, como es el caso del denominado “levantón”, la situación es diferente, en estos casos los familiares sufren un proceso de duelo interrumpido o un dolor suspendido.
Como pérdida o separación súbita e inesperada de un ser querido, la reacción ante la desaparición forzada suele definirse como duelo, proceso en el cual los familiares no solo enfrentan una serie de etapas, como lo haríamos ante una muerte natural, sino que además la impunidad, el terror, el miedo, la mentira, la incertidumbre, el silencio, el olvido, el ocultamiento, la tortura y la violación de todo derecho humano, que rondan la desaparición y posible muerte de la víctima, dificultan su recuperación. Ya no es solo una perdida repentina, una agonía dolorosa ó una muerte traumática, es la soledad angustiosa, el espacio clandestino, la detención injusta, ilegitima, ilegal, el encubrimiento del victimario, la transgresión del derecho y la furtividad del hecho” explica la  psicóloga Carolina Gutiérrez de Piñerez. 
De esta manera Alejandro “N”, de manera súbita y traumática perdió a su madre en un evento violento, donde además experimentó agresiones físicas y verbales, sensaciones de miedo, terror, sintió temor por su integridad física y su propia vida, así mismo su familia fue víctima de agresiones y amenazas. 
Inmediatamente después de la desaparición forzada viene la incertidumbre, en un proceso normal de duelo “la incertidumbre lleva a los dolientes inicialmente a buscar con la mirada, a llamar con el llanto, a repetir una y otra vez el nombre de la persona que falleció con la intención de despertarlo de un sueño del cual no volverá”; en la desaparición forzada, la incertidumbre tiene una mayor carga emocional, viene a la imaginación la posibilidad de las más crueles torturas, abusos, vejaciones, humillaciones, maltratos, mutilaciones, tocamientos morbosos, violaciones . Existe incertidumbre si lo van a volver a ver con vida, si va a volver, cuando va a volver, se esperan ansiosamente noticias.  
En el caso que nos ocupa, Alejandro “N”, no sabe aún con certeza, donde está su madre, qué pasó con ella, si fue maltratada o no. Si va a volver o no, aún cuando ha escuchado que sigue viva y que la han visto, su estado emocional se encuentra alterado por una angustia constante de saber de su madre, que lo lleva a episodios periódicos de depresión y llanto.  
La soledad, la ira, la culpa, la incertidumbre, la desesperanza, el resentimiento, el sentirse perseguidos, dejan secuelas graves a nivel psicológico. Como producto de lo anterior la familia, base de la sociedad, se desestabiliza, se desmembrana, se desorienta, y entonces el único apoyo real y firme con el que contaban se pierde. 
Luego de la desaparición forzada o “el levantón”, la familia de Alejandro “N”  se transformó de un núcleo familiar estable y funcional a una familia incompleta, desestructurada, dividida y disfuncional, gracias a las discusiones, culpas, reclamos, problemas económicos y distanciamientos emocionales entre él y los demás miembros de su familia.  
Por otra parte, Díaz, 2008, plantea que la figura del “desaparacedor”, “este es un ser caprichoso que tiene el saber sobre el destino del desaparecido, lo que deja a los dolientes a su voluntad y sumidos en la impotencia y el desvalimiento de enfrentarse a otro sin límites”. 
Díaz (2008), plantea que una desaparición forzada conlleva a un estado de angustia como reacción de peligro de la pérdida del ser amado, que lleva a los familiares a una situación de desamparo físico y psíquico. El sujeto confrontado con la desaparición forzosa de alguien a quien ama queda sometido radicalmente al “desaparecedor”. La angustia lo sume en una situación de desvalimiento afianzada en la falta de un saber sobre el destino del ser amado. 
En el caso de Alejandro “N”, el grupo “desaparecedor”  al parecer aún tiene en su poder el destino de su madre, él piensa que su madre no regresa aún porque ellos la tienen amenazada, por tal motivo se siente impotente y sometido a la voluntad de quienes tienen a su madre en su poder. 
“la indagación yerma y la búsqueda infructuosa lleva a una alteración de nuestra cotidianidad a nivel físico, emocional, afectivo, espiritual y social: se altera el sueño, se pierde el apetito y como consecuencia se pierde peso, hay fatiga, tensión, nerviosismo, aumento en la morbilidad, llanto, sensación de cansancio, ansiedad, depresión tristeza, ira, culpa, confusión, desesperanza, apatía, sensación de incomprensión, aislamiento y hasta cambio de amigos, trabajo y de rol, la vida pierde sentido, se reniega de Dios, se debilita la fe. (Gutiérrez de Piñeres). 
Alejandro “N” presentó muchos de los síntomas descritos en el párrafo anterior, y gracias a las terapias recibidas por una psicóloga ha ido saliendo adelante paulatinamente y ha intentado continuar con su vida.  
Este proceso trasciende el concepto de duelo, pues lo único en lo que se relacionan la muerte y la desaparición son el dolor, pero en la desaparición no hay un cuerpo, no hay un nombre, no hay una tumba, no hubo misa ni funeral, no hay certidumbre”. 
Sin un cuerpo para enterrar no se marca la línea que separa a los vivos de los muertos. La incertidumbre ante la muerte parece detener el tiempo y congelar el espacio. 
En  Alejandro “N” se detecta un proceso de duelo suspendido respecto a la desaparición de su madre, de manera reiterativa refiere la frase “desde que pasó lo de mi mamá”, en algunos momento se refería a ella como si aún viviera con ella y nunca se la hubieran llevado, regresó a trabajar al mismo lugar donde ella trabajaba, en donde “siempre la ha ayudado”, en momentos comentó que se deprime por su ausencia, lloró cuando la recordó y ruega a Dios que regrese. En resumidas cuentas se encuentra en una incertidumbre total respecto a su madre y atorado en un duelo suspendido. 
El Manual Diagnostico y estadístico de los trastornos mentales  describe el curso general del trastorno por estrés postraumático en donde especifica que “Los síntomas del trastorno y la predominación relativa de la reexperimentación, comportamiento de evitación y síntomas de activación (arousal) pueden variar ampliamente a lo largo del tiempo. La duración de los síntomas muestra considerables variaciones; la mitad de los casos suele recuperarse completamente en los primeros 3 meses; en otras ocasiones todavía pueden persistir algunos síntomas más allá de los 12 meses posteriores al acontecimiento traumático. En algunos, el curso se caracteriza por oscilaciones en los síntomas. La reactivación de éstos puede aparecer en respuesta a los recuerdos del traumatismo original a estresores de la vida o a nuevos acontecimientos traumáticos”  (DSM-IV.TR, página 522). 
Alejandro “N” presentó sentimientos de tristeza, estado de ánimo depresivo mayor y sintomatología de un Trastorno de Estrés Postraumático, posterior a los eventos violentos que culminaron con la desaparición de su madre, y gracias a las sesiones de terapia psicológica brindadas por su psicóloga, él se encuentra en un proceso de remisión de la sintomatología mencionada. Sin embargo, aún cuando su estado emocional se observa estable, sus intereses personales y actividad cotidiana parecen denotar que el entrevistado se encuentra recuperado y listo para desenvolverse de manera óptima en su vida diaria, su estado emocional no se encuentra totalmente restablecido, toda vez que no sabe que sucedió con su madre.
De acuerdo con lo anterior y en relación con Alejandro “N”, durante la evaluación manifestó síntomas de ansiedad, angustia, tristeza y llanto relacionados con la desaparición de su madre, estos síntomas se presentaron en respuesta directa a una reexperimentación del evento traumático al recordar los hechos donde se “levantaron” a su madre.
En conclusión Alejandro "N" se encuentra en un proceso de duelo suspendido por la desaparición forzada de su madre. 
BIBLIOGRAFÍA 


DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
Ed. Masson, Barcelona, España, 2002.


Gutiérrez de Piñeres, Carolina
Procesos de duelo en víctimas de desaparición forzada.
http://psicologiajuridica.org/psj137.html 


Díaz Facio Lince, Victoria Eugenia
Del dolor al duelo: limites al anhelo frente a la desaparición forzada.
Revista electrónica: Affectio Societatis Nº 9/diciembre/ 2008.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Trata de personas.

La Trata de Personas es un tema que comienza a tomar fuerza entre los psicólogos y particularmente entre los psicólogos forenses, aún cuando se había abordado el temas desde diversos enfoques y denominaciones; prostitución, migración, abuso sexual y maltrato infantil, pornografía, trabajo forzado, secuestro, violación sexual, violencia intrafamiliar, delincuencia juvenil, delincuencia organizada, trabajo infantil, trabajadoras domésticas,   pero ahora todos estos temas confluyen y se entremezclan en el tema de Trata de Personas, pues está cambiando el enfoque para observar todos estos fenómenos.

Alto a la trata
La llamada prostitución ya no es solo un problema de una mujer comerciando con su cuerpo;  la pornografía ya no es un problema de faltas a la moral; el trabajo de menores de edad ya no es solo una actividad de un niño para ayudar económicamente a sus padres, la migración ya no es solo un problema de hombres y mujeres buscando mejores oportunidades en otro país; el abuso sexual a un infante ya no es solo un problema de castigar al abusador sexual y darle terapia al niño y sus familiares.  Este tipo de problemáticas se está observando, analizando, diagnosticando y tratando de una manera más global, interdiciplinaria, transcultural y organizadamente posible.

Con la globalización de las naciones, los problemas que eran locales se están transformando en problemas regionales, nacionales y trasnacionales. Antaño a las prostitutas se las sacaba de la calle, encerrándolas en cárceles locales por alterar el orden público, ahora existe redes de prostitución que protegen a sus trabajadoras sexuales del acoso de los policías, las autoridades reciben sobornos de los proxenetas y lideres  de redes dedicadas a la prostitución, así  las niñas, adolescentes y mujeres dedicadas al comercio sexual son pues el primer eslabón de una larga cadena de intereses, responsabilidades y complicidades.
El psicólogo forense comienza a intervenir en asuntos migratorios, entrevistando y evaluando a personas indocumentadas en el transito de un país a otro. Personas que han sido víctimas de secuestro, extorsión, agresiones verbales, física y sexuales, trabajos forzados, mutilaciones,  etc. El Psicólogo forense es llamado ahora para participar en operativos en bares, cantinas y centros nocturnos donde pudieran haber  menores de edad, mujeres trabajando contra su voluntad, trabajadores indocumentados, mujeres forzadas a realizar actividades sexuales. El perito en Psicología está realizando dictámenes sobre pornografía infantil, analizando material gráfico encontrado en locales, computadores, páginas de Internet. 

El psicólogo forense debe ahora tener una visión más global de la intervenciones que se le solicitan. Debe realizar sus intervenciones apoyandose en mayores conocimientos de Derechos Humanos y  Estudios de Genero, debe conocer sobre tratados internacionales relativos a Trata de Personas.,para esto se ha de recurrir a diversos documentos como el denominado "Protocolo de Palermo" el cual como su nombre lo indica es el protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la Trata de Personas, y al cual se tiene fácil acceso con cualquier buscador de la web.

sábado, 5 de junio de 2010

Cultos religiosos y delincuencia

Existen cultos religiosos como los de la Santa Muerte, Jesus Malverde, San Judas Tadeo y la Santería que se relacionan con algunas organizaciones delictivas, aun cuando de manera general existen personas que niegan esta relación.
Los cultos a la Santa Muerte y a Jesús Malverde incluso son rechazados por la iglesia católica, sin embargo existe un santo aceptado por la iglesia que también es venerado por personas que se dedican a algún tipo actividades ilícitas, es el conocido como el patrón de las causas difíciles, imposibles y desesperadas, San Judas Tadeo, aunque también es el santo de los desempleados, pues muchos de estos acuden a él pidiéndole el favor de ayudarle a encontrar trabajo. 


En cuando a Jesus Malverde, este personaje, conocido popularmente como "el santo de los narcos", inicio como un Robin Hood Mexicano, un salteador de caminos que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, sin embargo con el tiempo algunos narcotraficantes lo comenzaron a venerar, gracias a supuestos milagros y favores que habían recibido de él. Actualmente se dice que en días comunes y corrientes se pueden escuchar grupos musicales cantando famosos narco-corridos en su capilla, y esto es debido a que algún capo de la droga a logrado pasar exitosamente un cargamento a su destino final.
El riesgo de sus actividades lleva a los capos de la droga a elevar plegarias de protección y éxito a Jesús Malverde, Santo Patrono de los Narcotraficantes.



La Santa Muerte, la cual es nombrada por sus seguidores con frases afectivas como la niña blanca, la flaquita, la santísima, es otra figura de culto muy arraigada entre las personas que se dedica a delinquir.
A la Santa Muerte la veneran sobre todo las personas que viven en situaciones de alto riesgo, son éstas quienes suelen portar un dije o un escapulario ostensible con esta imagen, o un tatuaje en la piel. La suelen llevar los narcotraficantes, los delincuentes y las mujeres que trabajan de noche, también la pueden llevar los militares y agentes policiacos, aunque como todas las reglas, existen excepciones.

La Santa Muerte es un símbolo que podría identificar a personas que viven entre lo legal y lo ilegal, y esto puede ocurrir también en estratos altos de la sociedad.
Del testimonio de una persona devota de la santa muerte sobre de su asistencia a una misa dedicada a la Santa Muerte, llama la atención lo siguiente:
“Es casi medianoche del último día de octubre y el Santuario Nacional de la Santa Muerte destaca luminoso para proteger a sus feligreses de los peligros de este barrio ubicado en el centro de la ciudad…Alrededor de doscientas personas esperan la misa, para luego salir en procesión en las calles aledañas. En el interior del santuario, en el pasillo que conduce a los oratorios, hay fotografías espectrales de la Santa Muerte…La mayoría de los asistentes son menores de cuarenta años y hay por lo menos una veintena de niños. Entre los jóvenes el atuendo es semejante: Corte de cabello estilo militar o punk, cadenas al cuello y aretes…“Benditos sean los perseguidos de la justicia, porque de ellos será el reino de los cielos”, recemos por “los que han muerto por homicidio, por suicidio y por accidente”, pide el ministro… Aunque algunos piden favores para delinquir, a la Santa Muerte se le pide lo mismo que a la Virgen de Guadalupe, “es un ángel”, el padre reza por los que están en el reclusorio,… Pasada la medianoche, el ministro pide silencio, disminuye notablemente el volumen de voz y reza en latín. Al terminar, continúa con las mismas oraciones que se realizan en cualquier templo católico: Avemaría, Padrenuestro, etcétera”.  Posteriormente afirma esta persona “Quiero agregar algo mas..la Imagen de la Santa Muerte, si alguien te la regala o tú la robas, eso es así para casi todos los Santos; es más efectivo”



En México, la devoción a San Judas Tadeo está extendida en la capital, principalmente en las capas más pobres. El templo de San Hipólito, patrono de la ciudad desde la época novohispana, fue cambiado en advocación a San Judas Tadeo, a donde acuden sus fieles a venerarle los días 28 de cada mes, sobre todo el 28 de octubre, día en que se celebran fiestas patronales en su honor. Es costumbre ir al templo y obsequiar ofrendas como flores, imágenes del santo y escapularios  a los demás devotos que abarrotan el templo enclavado en la esquina de Avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, a un costado de la Alameda central de la Ciudad de México.
En fechas cercanas al 28 de octubre se realizan concurridas peregrinaciones al templo de San Hipólito, para acudir a la primeras misas, algunas de  estas peregrinaciones son formadas por personas que trabajan de noche, como el personal de los bares nocturnos de la ciudad, entre ellos los meseros, los promotores o “guías” de los bares, los “cadeneros”, el personal de seguridad, los cantineros y las bases se taxis de los bares,  sin faltar las bailarinas exóticas o ficheras. Acuden al Santo para a agradecer los favores recibidos y solicitar prosperidad y trabajo para el próximo año.
En los últimos años se ha generado descontento en buena parte de la población ya que algunas personas dedicadas a actividades ilícitas, como el narcotráfico y el robo, sobre todo  el asalto a mano armada,  han adoptado a San Judas Tadeo como su santo y aprovechan incluso las fiestas rituales en su propia parroquia para cometer sus actos delictivos.

Además de usar sus  "cuernos de chivo" como protección contra los de cárteles rivales y agentes antidrogas, los narcotraficantes mexicanos y capos de la droga también recurren a  los secretos de la santería para tratar de evadir la acción de la justicia, hacer prósperos negocios y eliminar a sus rivales.
El riesgo constante en que viven los narcotraficantes  los ha llevado a buscar todo tipo de protectores, en lo físico y material, recurren al armamento de alto poder, a chalecos antibalas y a camionetas blindadas, en lo legal y social recurren a los sobornos y en lo espiritual acuden a brujos y santeros quienes les realizan limpias y rituales de acuerdo a los deseos y aspiraciones de sus “poderosos” clientes.
Los santeros recurren  a las diferentes entidades, deidades, “orichas” o santos dependiendo de las peticiones del  narcotraficante al que “asesoran”, en entrevista ente un periodista una de estas santeras explicó:









 Flechitas que representan a ochosi



 Ochosi, "es muy efectivo para evadir la acción de la justicia; los narcos mexicanos le rinden honores y rituales para que los ayude a escapar de las manos de la ley; Es un santo muy poderoso, a él se acercan todos aquellos que delinquen y que temen ser atrapados por la justicia; los capos de la droga lo veneran".



Eleguá, "el que abre o cierra caminos".
“Este espíritu es utilizado por los narcos precisamente para que las rutas por donde meten y sacan la droga queden libres de riesgos y lleguen a su destino; .Además los protege contra los cárteles enemigos, es decir, "cierra los caminos" a posibles venganzas y ejecuciones entre bandas contrarias”.



Oggun, "el dueño y señor de los metales.
"Los narcotraficantes lo honran para que sus negocios crezcan, para que se les multiplique el dinero y, sobre todo, para mantener su patrimonio a salvo. Algunos le rezan con la esperanza de que no se pierdan sus bienes en caso de que algún día sean capturados",

Muchas personas que han acudido a ritos y limpias de santería se les puede  pueden identificar porque traen uno o más collares de colores.



collar Ochosi 









 Collar Oggub


miércoles, 5 de mayo de 2010

FORMATO DE CERTIFICADO MÉDICO-PSICOLÓGICO DE SALUD MENTAL

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CERTIFICADO MEDICO-PSICOLOGICO
DE SALUD MENTAL

El que suscribe (nombre completo y apellidos), Licenciado en Psicología legalmente autorizado para ejercer su profesión con Cédula Profesional Número (con cifra).

CERTIFICA
Que habiendo practicado reconocimiento psicológico y examen mental el día de la fecha a las (con letra) horas, al C. (nombre completo y apellidos), lo encontré: CON ESTADO DE ALERTA CONSERVADO, ESTADO DE ÁNIMO SIN DEPRESIÓN NI ANSIEDAD, AUSENCIA DE ALTERACIONES EN LA SENSOPERCEPCIÓN Y NIVEL DE ENERGÍA SIN ALTERACIONES.
                Dicha evaluación se complementó mediante la revisión de pruebas psicológicas de test de personalidad, de inteligencia y de exploración de impulsividad y organicidad.
                Por lo anterior se establece que el C. (nombre completo y apellidos), no presenta ninguna alteración del estado mental.
                A solicitud del C. (nombre completo y apellidos), para los usos legales a que haya lugar. Se expide el presente certificado en la Ciudad de (Nombre y Estado) a los (con letra) días del mes de ( con letra) del año (con letra).

Licenciado en Psicología
(nombre completo y apellidos)
(No. De Cédula Prof.)


Nota.- Se deberá adjuntar a este documento los resultados de la pruebas Psicológicas de los tests aplicados.


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domingo, 2 de mayo de 2010

Protocolo de Estambul

El Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, mejor conocido como El Protocolo de Estambul es es el primer conjunto de normas internacionales para investigar y documentar actos de tortura.

Este manual proporciona normas integrales y prácticas para la valoración de personas que denuncian tortura y malos tratos para investigar casos de alegato de tortura y para informar los hallazgos relevantes a las autoridades competentes.

Cuando el psicólogo forense participa en una investigación de esta naturaleza, deberá tomar en cuenta todos los puntos establecidos en el capítulo VI del protocolo, el cual contempla lo siguiente:

VI. INDICIOS PSICOLÓGICOS DE LA TORTURA.

A. Generalidades.

 1. El papel central de la evaluación psicológica.
 2. El contexto de la evaluación psicológica.

B. Secuelas psicológicas de la tortura.

 1. Precauciones aconsejables.
 2. Reacciones psicológicas más frecuentes.
 3. Clasificaciones de diagnóstico.

C. Evaluación psicológica/psiquiátrica.

1. Consideraciones éticas y clínicas.
2. El proceso de la entrevista.
3. Componentes de la evaluación psicológica/psiquiátrica.
4. Evaluación neuropsicológica.
5. Los niños y la tortura

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Abuso sexual infantil consentido? Violación sexual cuestionable?

La sexualidad humana es un laberinto de posibilidades, definitivamente la sexualidad no es rosa y azul, no es macho y hembra, no es niño y niña, no es normal o anormal. la sexualidad humana tiene un serie de matices algunas veces difíciles de comprender y asimilar.

Y hablando de ámbito de la psicología forense se ven este tipo de posibilidades en la relaciones humanas con respecto a la sexualidad.

La sociedad quiere establecer una serie de parámetros y normas para el ejercicio de su sexualidad, por ejemplo se pretende que las relaciones sexuales sean entre un hombre y una mujer, ambos adultos, dentro del matrimonio, con fines de procreación.

No están socialmente aceptadas algunas conductas como la homosexualidad, la diferencia marcada de edades entre las parejas, las relaciones sexuales en personas de la tercera edad, las relaciones fuera del matrimonio, la infidelidad en el matrimonio, las relaciones entre familiares, etc.

Este tipo de normas de conducta aceptadas y no aceptadas crean una serie de prejuicios al momento de realizar una evaluación psicológica en caso de delitos sexuales. Por ejemplo, las normas marcarían que una víctima de violación sexual o una víctima de abuso sexual infantil, siempre va ser una persona pasiva, sumisa y débil, que va a sufrir alteraciones emocionales producto de la agresión. Se considera que una mujer que denuncia una violación siempre dice la verdad, que una adolecente que fue abusada sexualmente es un ser inocente que cayó en las manos de una bestia y que en consecuencia siempre hay que dejar caer todo el peso de la ley sobre el agresor sexual.

Dejando de lado la conducta del agresor para posterior análisis, revisemos la conducta peculiar de algunas víctimas:

Durante una denuncia la señora X declara que una tarde fue agredida sexualmente por un sujeto, quien la tomó por sorpresa, la metió en un auto compacto y con ayuda de otros dos cómplices y dentro del vehículo la atacó sexualmente por varios minutos, abrigándola a cambiar de posición dentro del auto, mientras los otros dos la sujetaban de los brazos. Su versión tenía poca credibilidad, pues cuatro personas dentro de una auto compacto en un ataque sexual, de acuerdo con su versión, tenía poca coherencia. En el expediente se encontró la versión del inculpado quien declaraba que no la había violado, que eran amantes y que en varias ocasiones habían ingresado a un hotel para tener relaciones sexuales, existiendo constancia de su dicho en el expediente. Después de las investigaciones se logró saber que la señora X tenía varios años casada con un hombre estéril, quien ya sabía que él no podía tener hijos. La mujer luego de engañar a su pareja con otro hombre había resultado embarazada y para justificarse con su esposo inventó que había sido violada, provocando que su amante fuera encarcelado.

En este caso la víctima de violación no era tal, por el contrario había inventado una violación para justificar su infidelidad y haber quedado embarazada de su amante, mandando a la cárcel a su "presunto violador".

La adolescente Z vivía con su madre, sus hermanos y su padrastro, una noche éste entró a su cuarto y abusó de ella, esta es su declaración:

“Mi primera relación sexual fue con mi padrastro. Yo tenía 16 años, y fue entonces cuando una noche él fue a mi cuarto y me empezó a quitar mi ropa yo nunca hice nada, no podía ni hablar y fue entonces que él me empezó a acariciar mi cara y me empezó a besar y entonces él se subió a mi cama, no estaba tomado, no olía a que hubiera estado drogado, me quitó el short, yo me agarraba el short, pero de todos modos me lo quitó, pero no forcejeamos, ni lo hizo a la fuerza, después me penetró y cuando terminó se salió de mi cuarto, yo sólo lo que hacía era ponerme la ropa y me acosté de nuevo pero no pude dormir, al siguiente día yo sólo me cambie para irme a la escuela y el día siguió igual, yo no decía nada, yo nunca le dije a nadie lo que me pasaba porque no quería que supieran que había estado con él. Dicen que cuando estás con un hombre la primera vez te duele o te sale sangre, pero yo no sentí nada y tampoco sangré, y después paso el tiempo y él iba a mi cuarto pero yo sentía que quería estar con él, mi mamá nunca se daba cuenta que él iba a mi cuarto. Fue entonces cuando yo comencé a tener relaciones con él. Fueron varias veces las que iba al cuarto, ya después de las dos o tres semanas empecé yo también hacerlo con él, ya dejaba que me besara, antes era él quien me quitaba la ropa y después yo misma me quitaba la ropa y se la quitaba a él, dos veces me subí yo arriba de él, ya esperaba a que llegara en la noche, entraba tres veces por semana. Sexualmente sí disfrutaba, una vez cuando estábamos teniendo relaciones sentí escalofríos, me sentí diferente porque nunca había sentido eso, esto fue casi por medio año, porque después yo salí embarazada de la niña y ya no podía tener relaciones con él. Me di cuenta que estaba embarazada porque ya no menstruaba, fue hasta los dos meses, no lo quería tener y por eso me iba a jugar fútbol y después me quedaba a entrenar más, en el estadio subíamos y bajábamos las escaleras, lo hacía para ver si se me venía, pensaba que haciendo ejercicio iba a abortar, cuando tenía tres o cuatro meses le dije a él que estaba embarazada y le dije que no lo quería tener y él me dijo que hiciera lo que yo pensaba, nos pusimos de acuerdo que yo iba a decir que estaba embarazada de un muchacho conocido, él dijo que estaba bien eso. A los seis meses se enteró mi mamá y me dijo que ya qué hacía, ni modo de pegarme, yo le dije que era de un novio”.

Esto si se puede considerar un abuso sexual infantil por la diferencia de edades entre ella y su padrastro, sin embargo, en ella no hay alteraciones psicológicas, ni sufrimiento emocional, ni ninguno de los síntomas característicos de una víctima de abuso sexual de acuerdo como lo marca la literatura especializada en el tema. Simplemente parece ser una adolescente enamorada quien inicia su vida sexual y resulta embarazada, con la salvedad de que su pareja era su padrastro, un hombre mucho mayor que ella.

En otro caso, una mujer centro americana, quien cruzó todo México para ingresar como indocumentada a los Estados Unidos, es secuestrada junto con otro grupo de mujeres y hombres indocumentados, y mantenida durante varios días en una casa de seguridad en la frontera, durante su cautiverio es abusada sexualmente por uno de sus captores. Durante su evaluación se le notó emocionalmente estable, incluso feliz y animada de que hubiera sido rescatada junto con todos los demás. La versión se su ataque sexual la narró de manera espontánea, relajada, incluso sonriendo en algunas veces, emocionalmente no se encontraron alteraciones ni tampoco sintomatología de las víctimas de agresión sexual. Durante su evaluación psicológica señaló que se había casado inicialmente con un hombre violento quien la golpeaba con frecuencia y quien la obligaba todas las noches a tener relaciones sexuales con él, pero sin que ella lo disfrutara. Posteriormente lo dejó para juntarse con otro hombre igual, quien también la golpeaba y con quien tampoco vivió una vida sexual satisfactoria.

De tal manera que su historia personal la llevó a aprender a no sentir sensaciones placenteras durante una relación sexual, simplemente aprendió a ser usada por el hombre y a esperar a que éste terminara. Así pues el "ataque sexual" que sufrió durante su cautiverio no le causo mayores conflictos emocionales, pues fue una relación sexual más, similar a las que había vivido con sus anteriores parejas. Esto no significa de ningún modo que no haya ocurrido un delito y que no se tenga que buscar un castigo al agresor sexual.

Así pues, al momento de realizar una evaluación psicológica de corte forense, en casos de agresiones sexuales, de deben dejar de lado los prejuicios sociales a fin de atender el asunto de la manera más objetiva posible. Es necesario entender que no todas las víctimas de agresiones sexuales son víctimas e inocentes, ni todos los agresores sexuales son culpables, así mismo, una agresión sexual no siempre va a dejar alteraciones emocionales o traumas psicológicos, lo cual tampoco significa que no hubiera ocurrido la conducta delictiva, ni que se deba exonerar al agresor sexual.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Fundamento Legal de la Psicología Forense en México

La base legal que respalda el trabajo del perito en práctica en México se encuentra contenida en el Código de Procedimientos Penales para el D.F., en sus artículos 163-165 bis y 168-179; en el Código Federal de Procedimientos Civiles, Art. 144 al 159; en el Código Federal Procedimientos Penales Art. 229-239; en la Ley Federal del Trabajo Art. 821-826, lineamientos que reconocen al perito como auxiliar del ministerio público y del juez en virtud de sus conocimientos "Científicos, artísticos o prácticos".

La Psicología como ciencia tiene injerencia en el ámbito legal en diferentes instancias de Procuración de Justicia.(Servicios Periciales, Centro de Terapia de Apoyo, Centro de Atención a Violencia Intrafamiliar, Albergue Temporal, etc.).

La Pericial Psicológica en el D.F., está fundamentada en el Art. 52 del Código Penal para el DF. Y en el Art. 296 Bis del Código de Procedimientos Penales para el DF., el cual señala:

"Durante la instrucción, el tribunal que conozca del proceso deberá tomar en cuenta las circunstancias peculiares del inculpado, allegándose datos para conocer su edad, educación e ilustración; sus costumbres y conductas anteriores; los motivos que lo impulsaron a delinquir, sus condiciones económicas y las especiales en que se encontraba en el momento de la comisión del delito; la pertenencia del inculpado en su caso, aun grupo étnico indígena y las practicas y características de cómo miembro de dicho grupo pueda tener; demás antecedentes personales que puedan comprobarse; así coma los vínculos de parentesco, amistad o nacidos de otras relaciones sociales. la calidad de las personas ofendidas y las circunstancias de tiempo. lugar. modo y ocasión. que en su conjunto demuestren la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del agresor".

De acuerdo al Código Federal de Procedimientos Penales tanto el Ministerio Público como el Juez, al advertir cualquier incapacidad mental y en aplicación de las reglas contenidas en el Art. 495 que señala:

“Tan pronto como se sospeche que el inculpado este loco, idiota, imbécil o sufra cualquier otra debilidad, enfermedad o anomalía mentales, el Tribunal lo mandara examinar por peritos Médicos sin perjuicios de continuar el procedimiento en la forma ordinaria. Si existe motivo fundado ordenara provisionalmente la reclusión del inculpado en Manicomio o en Departamento Especial".

viernes, 16 de octubre de 2009

Algo sobre el perfil del abusador sexual



En su libro El estudio del delincuente, Hilda Marchiori, realiza los siguientes argumentos respecto al abusador sexual:
A.- “La personalidad del delincuente sexual se caracteriza por una acentuada inmadurez emocional, existe un desequilibrio afectivo que se proyecta en las conductas repetitivas”
B.- “La personalidad básica del abusador sexual se puede manifestar en un comportamiento tímido, inhibido, reservado este comportamiento resulta paradojal en la conducta sexual”.
C.- “Presenta dificultades para la comunicación interpersonal, puede existir cierto aislamiento”.
D.- “Es evidente que el área donde confluye la conflictiva es la afectiva, la búsqueda de afecto en otra persona es evidente”.
E.- “El abusador sexual, como medida de protección niega su conducta sexual manifestando como un recurso protector de tipo inconsciente”

La misma autora nos menciona en su libro Psicología criminal en la pág. 42 que:
“Los delitos sexuales pueden ser cometidos por individuos “adaptados” y a la dinámica de esa conducta está ligada a una momentánea excitación erótica que viene a desarrollarse bajo la influencia de estados de intoxicación como puede ser el alcohol”.
Asimismo la personalidad del abusador sexual está centralizada en el área sexual y puede presentarse en todos los niveles de la vida de una forma seudoadaptativa, como puede ser en el área laboral, educacional, familiar y social.
Por otra parte, Beate Beesten en su obra “Abusos sexuales en los niños” refiere que:
“Los autores de actos sexuales son personas “normales” son profesores, terapeutas, vendedores, médicos, sacerdotes, pedagogos, cocineros, criadores de perros, administradores, funcionarios, padres de familia, vecinos, tíos, hermanos, abuelos, etc.”.
Así entonces, tenemos que, de acuerdo con lo anterior, cualquier persona, bajo ciertas condiciones puede emitir una conducta de abuso sexual, por lo tanto, se debe desechar la idea de que un abusador sexual es una persona perversa y enferma que se encuentra escondida en un rincón obscuro esperando el momento adecuado para atacar a su víctima, esto no es así, por lo tanto cuando un psicólogo forense que evalúa a un individuo acusado de abuso sexual, encuentra en él a una persona totalmente adaptada, sin patología evidente y sin trastorno psicológico alguno, esto no quiere decir que él no cometió la conducta que se le imputa, pero tampoco existen los elementos para negar dicha acusación. Por esto, la labor del psicólogo forense en este tipo de asuntos es muy delicada, pues se corre el riesgo de catalogar como abusador sexual a un inocente o por el contrario dejar sin castigo a una persona que ha abusado sexualmente de alguien.
Definitivamente, el perito en psicología forense difícilmente se va a encontrar con una persona que cumpla con todos los criterios del DSM-IV para diagnosticar un trastorno sexual como la pedofilia.
Cuando se tiene una intervención de esta naturaleza se debe analizar todas las circunstancias alrededor el hecho, analizar todas las evidencias, la versión de la parte acusadora, la versión del acusado, analizar la personalidad de la víctima y del abusador para analizar si existe una correspondencia, recordemos que el abusador va a escoger a su víctima en base a sus características de personalidad.
Pero sobre todo se debe ser completamente objetivo, dejando fuera cualquier tipo de prejuicio y evitando que nuestras emociones personales interfieran con nuestro análisis y que pudieran afectar nuestra conclusión final.






lunes, 5 de octubre de 2009

Autopsia Psicológica ¿Homicidio o Suicidio?

Cuando un Ministerio Público se encuentra ante un caso donde, de acuerdo con sus investigaciones, no tiene los elementos para establecer si una persona fue asesinada o si falleció por su propia mano, es decir se suicidó, recurre al perito en psicología forense para solicitar que se realice una Autopsia Psicológica a la persona fallecida.

La autopsia psicológica es entonces un estudio que tiene la finalidad de establecer si la persona tenía una personalidad de tipo depresiva con pensamientos autoagresivos de muerte, y en todo caso, si había tenido pensamientos suicidas, ideas de muerte, conductas autodestructivas o intentos fallidos de suicidio.

La autopsia es un estudio retrospectivo indirecto de la conducta, personalidad y estado emocional previos al fallecimiento de la persona.

Para este tipo de estudio el perito recurrirá a todas las fuentes de datos disponibles y accesibles que le permitan reunir toda la información necesaria para establecer cuál era el comportamiento de la persona previo a su muerte.

El psicólogo forense pedirá al ministerio público se le faciliten los medios para poder entrevistar a la mayor cantidad posible de personas que tuvieron relación con el occiso, desde familiares directos e indirectos, profesores, compañeros de escuela o trabajo, jefes inmediatos y superiores, amigos, parejas sentimentales, novias, esposa, etcétera, sobre todo las personas con las que convivió los últimos días previos al fallecimiento.

Asimismo se pedirá acceso al lugar donde se encontró el cuerpo, y al expediente o averiguación previa, para conocer todos los detalles relacionados con las circunstancias y causas del fallecimiento.

También se analizaran los objetos personales como son ropa, calzado, artículos de arreglo personal, cuadernos, notas escolares, historias académicas, diarios personales, correspondencia, etcétera.

Si existe una carta o recado póstumo también se analizará.

Existirán casos en donde también se podrán solicitar expedientes personales de tipo laboral, que aportaran datos importantes como resultados de pruebas psicológicas aplicadas durante el proceso de reclutamiento y selección, incapacidades, faltas, cambios de puestos, y expedientes médicos.

Toda la información recabada tendrá la finalidad de establecer el perfil de personalidad y su estado emocional previo al fallecimiento, detectando posibles estados depresivos, trastornos de la personalidad, intentos de suicidio previos, comentarios de muerte o deseos de morir, cambios significativos, problemas de pareja, familia, laborales o económicos.

Se tomaran también en cuenta si tenía metas o proyectos personales o profesionales a corto, mediano y largo plazo.

Finalmente, el dictamen o informe deberá dar luz al ministerio público sobre la personalidad y el estado emocional de la persona previo a su muerte. Y si tenía o no un comportamiento presuicida que hubiera influido para que se quitara la muerte por su propia mano. Teniendo siempre presente que la conclusión será si el sujeto tenía o no ideas suicidas, pensamientos de muerte o estados depresivos previos a su deceso y nunca se asegurará que el sujeto se quitó la vida por sí mismo.