lunes, 9 de febrero de 2015

La visión filosófica del Suicidio.

“Matarse es, en cierto sentido y como en el melodrama, confesar. Es confesar que la vida nos supera o que no la entendemos. Mas no vayamos demasiado lejos en estas analogías y volvamos a las palabras corrientes. Es solamente confesar que ‘no vale la pena’. Vivir, naturalmente, jamás es fácil. Seguimos haciendo los gestos que la existencia pide por muchas razones, la primera de las cuales es la costumbre. Morir voluntariamente supone que hemos reconocido, aunque sea instintivamente, el carácter ridículo de esta costumbre, la ausencia de toda razón profunda para vivir, el carácter insensato de esa agitación cotidiana y la inutilidad del sufrimiento.
¿Cuál es, pues, ese incalculable sentimiento que priva al espíritu del sueño necesario para su vida? Un mundo que podemos explicar, aunque sea con malas razones, es un mundo familiar. Pero en cambio en un universo privado de pronto de ilusiones y de luces, el hombre se siente extranjero. Es un destierrro sin remedio, pues está privado de los recuerdos de una patria perdida o de la esperanza de una tierra prometida. Ese divorcio entre el hombre y su vida, el actor y su decorado, es propiamente el sentido de lo absurdo. Y como todos los hombres sanos han pensado en el suicido, cabe reconocer, sin más explicaciones, que hay un lazo directo entre ese sentimiento y la aspiración a la nada.”
Albert Camus, El mito de Sísifo, Alianza, 16

domingo, 21 de diciembre de 2014

Las evaluaciones de confianza no sirven. En México se han aplicado desde hace mas de quince años y el país se encuentra en la mayor crisis de inseguridad de los últimos sexenios. ¿qué está pasando entonces? O se deja a aplicar exámenes de confianza solo a las corporaciones de policía y procuradurías y se buscan nuevos mecanismos anticorrupción. O se aplican exámenes de control de confianza a todos los empleados de oficinas de gobierno donde existen actos de corrupción. Además de aplicarle exámenes a todos los que tengan cargos de elección popular. Diputados, senadores, síndicos, presidentes
 municipales, gobernadores, etc. Además de incluir en la lista a jueces y empleados de todos los juzgados del país. Tarea harto difícil.